El reciente Decreto 107/2024, publicado el 19 de agosto de 2024 en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, impone nuevas restricciones, y emitió una serie de actividades prohibidas en Cuba para micro, pequeñas y medianas empresas privadas (MiPymes), cooperativas no agropecuarias (CNA) y trabajadores por cuenta propia (TCP).
Este decreto abarca varios sectores económicos, desde la silvicultura hasta la industria cultural, limitando aún más las posibilidades de operación del sector privado en Cuba.
Impactantes Restricciones para MiPymes, CNA y TCP
Entre las actividades prohibidas en Cuba que han impactado más en la población, se encuentra la restricción en la venta de mercancías al por menor y al por mayor de productos farmacéuticos y medicinas. Mientras que los materiales odontológicos, insumos médicos y material gastable para uso de la salud humana solo podrán comercializarse al sistema de Salud Pública.
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Por otra parte, destaca que la miel solo puede ser comercializada a empresas estatales. Y se prohíbe la venta de mercancías al por mayor de ron, cigarros, tabacos torcidos y en rama, dejando estas actividades bajo control estatal. ¿Qué implica esto para los emprendedores cubanos? Simplemente, que se les impide competir en áreas comerciales importantes, lo que reduce su capacidad para expandir sus negocios.
Por si fuera poco, señalan la prohibición de actividades de bibliotecas físicas o digitales, archivos y centros de información.
Restricciones en la Silvicultura y la Industria Manufacturera
Uno de los sectores más afectados por este decreto es la silvicultura. Las actividades prohibidas en Cuba relacionadas con la silvicultura incluyen todos sus servicios de apoyo y otras actividades forestales, con la excepción de la producción de carbón vegetal y leña.
Esto significa que la extracción de madera, entre otros recursos forestales, queda reservada exclusivamente para la actividad estatal. Además, la pesca de especies en peligro, tóxicas o protegidas también está prohibida para los privados, restringiendo aún más la capacidad de los emprendedores de diversificar sus negocios en estos sectores.
En cuanto a la industria manufacturera, se prohíbe la fabricación de calzado ortopédico especializado y la fabricación, instalación y mantenimiento de equipos médicos de electromedicina. ¿Cómo afecta esto al sector privado? Limita las oportunidades de innovación y desarrollo en áreas clave para la salud, lo que impide a los emprendedores cubrir nichos de mercado en la producción de bienes esenciales.
Limitaciones en los Servicios Públicos
En el ámbito de los servicios públicos, se prohíbe la gestión de sistemas de alcantarillado y el tratamiento de aguas residuales en asentamientos con más de 1,000 habitantes, aunque se permite el servicio de limpieza de fosas siempre que se utilicen equipos especializados. Esta restricción limita las oportunidades para los empresarios privados de operar en áreas críticas de infraestructura y saneamiento.
Impacto en el Sector Cultural: Eventos y Academias Prohibidas
El sector cultural no escapa de estas restricciones. Las actividades prohibidas en Cuba en este campo incluyen la organización y convocatoria de eventos internacionales, así como la programación cultural. Solo se permite a los privados participar en la gestión y servicios de los eventos, lo que reduce significativamente el papel del sector privado en la promoción cultural del país.
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Además, se prohíbe la creación de academias y la emisión de certificados de cursos y talleres. Esto afecta directamente a aquellos que desean ofrecer formación educativa y artística de manera independiente, limitando la capacidad de los emprendedores de compartir conocimientos especializados. La prohibición de actividades de grupos artísticos, circos, orquestas y la promoción de catálogos de artistas también restringe el desarrollo del talento local y la creatividad cultural.
Críticas al Decreto: ¿Un Cierre Forzoso para el Sector Privado?
El impacto de estas restricciones ha generado preocupación entre los emprendedores cubanos. Muchos ven estas nuevas actividades prohibidas en Cuba como un intento de forzar el cierre de sus negocios, o peor, como una provocación para que operen en la ilegalidad. La falta de expansión de las actividades permitidas, que era una promesa del gobierno, agrava aún más la situación, limitando las posibilidades de diversificación económica en un país donde ya es difícil emprender.
Las nuevas normas no solo reducen la eficiencia operativa de los privados, sino que también aumentan la escasez de productos y servicios, lo que, a su vez, deteriora la calidad de vida de los cubanos.
¿Podría esta serie de restricciones ser un golpe mortal para el sector privado en Cuba? Algunos economistas, como Pedro Monreal, creen que sí, describiendo estas medidas como un «arrinconamiento de la actividad privada» bajo el pretexto de corregir distorsiones y reimpulsar la economía estatal.
Un Futuro Incierto para el Sector Privado en Cuba
Las actividades prohibidas en Cuba a través del Decreto 107/2024 imponen serios desafíos para el sector privado, limitando su capacidad de operar en sectores clave y sofocando la innovación. A medida que las restricciones aumentan y las oportunidades disminuyen, los emprendedores cubanos enfrentan un panorama cada vez más incierto, con pocas opciones para crecer dentro del marco legal existente.
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