Descubre las propuestas de los expertos rusos para una reforma fiscal en Cuba y cómo podrían mejorar la situación económica del país.
Cuba es un país que enfrenta grandes desafíos económicos, especialmente luego de la pandemia de COVID-19, que ha afectado severamente al sector turístico, una de sus principales fuentes de ingresos.
Además, Cuba sufre la falta de confianza en el exterior debido a deudas e impagos, que limita sus posibilidades de comercio e inversión. Por si fuera poco, tiene un sistema fiscal que no favorece el desarrollo del sector privado, que podría ser una alternativa para diversificar y dinamizar la economía.
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En este complejo escenario expertos rusos han ofrecido al gobierno cubano una serie de propuestas para reformar el sistema fiscal del país, basándose en su propia experiencia.
Estas propuestas podrían ayudar a Cuba a mejorar su situación económica, aumentar la recaudación tributaria, estimular el emprendimiento y la innovación, y reducir la dependencia de la ayuda externa. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo y descubre los detalles.
Expertos rusos propusieron un sistema fiscal simplificado para Cuba
El servicio de prensa de Boris Titov, Comisionado Presidencial para los Derechos del Empresario de Rusia y presidente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba, informó hace unos meses que expertos del Instituto Stolypin de Economía de Crecimiento enviaron a Ricardo Cabrisas, ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, un conjunto de propuestas para cambiar el sistema fiscal de Cuba.
Estas propuestas se basan en el modelo de sistema fiscal simplificado que se aplica en Rusia desde el año 2001, y que ha demostrado ser eficaz para impulsar el crecimiento económico y facilitar el cumplimiento tributario.
Según Anton Sviridenko, director ejecutivo del Instituto Stolypin, el sistema fiscal actual en Cuba no es adecuado para la transición hacia el desarrollo de la competencia privada.
El impuesto sobre la renta de las pequeñas y medianas empresas en Cuba es del 35%, y la carga fiscal total supera el 50%. Estos niveles son muy elevados en comparación con otros países de la región y del mundo, y desincentivan la actividad empresarial y la formalización.
¿En qué consisten las propuestas de los expertos rusos?
Los expertos rusos sugirieron al gobierno cubano fijar el impuesto sobre la renta en un nivel del 15%, el impuesto sobre las ventas en un 10%, y el impuesto sobre los dividendos en un nivel correspondiente al impuesto sobre la renta de las personas físicas para las empresas que utilizan el sistema impositivo general.
Estas medidas podrían reducir la presión fiscal sobre las empresas y aumentar su rentabilidad y competitividad.
Además, los expertos consideran necesario implementar un sistema similar al sistema impositivo simplificado de Rusia en Cuba. Este sistema propuesto tendría una tasa impositiva del 4-8% de los ingresos (según la actividad o la región) o del 8-15% de la diferencia entre ingresos y gastos.
El sistema permitiría a las empresas elegir entre dos opciones: pagar impuestos sobre sus ingresos brutos o sobre sus beneficios netos. De esta forma, se simplificaría el cálculo y el pago de los impuestos, se reduciría la carga administrativa y se evitaría la doble tributación.
Por último, los expertos rusos recomendaron al gobierno cubano introducir un régimen especial para los autónomos, que consistiría en la compra de patentes cuyo precio sería determinado por las autoridades municipales, pero no excedería un límite establecido por el Gobierno.
Las patentes serían válidas por un período determinado y eximirían a los autónomos de pagar otros impuestos. Este sistema facilitaría la incorporación de los trabajadores por cuenta propia al sector formal y aumentaría la recaudación tributaria.
¿Qué beneficios tendría la reforma fiscal en Cuba?
La reforma fiscal propuesta por los expertos rusos tendría múltiples beneficios para Cuba, tanto a nivel macroeconómico como a nivel microeconómico.
A nivel macroeconómico, la reforma fiscal podría contribuir a mejorar el clima de negocios, atraer inversiones extranjeras, generar empleo, incrementar el producto interno bruto, diversificar la estructura productiva y reducir el déficit fiscal.
Mientras, a nivel microeconómico, la reforma fiscal podría beneficiar a las empresas y a los autónomos al reducir sus costos, aumentar sus ingresos, mejorar su competitividad, facilitar su acceso al crédito y al mercado, y estimular su innovación y creatividad.
Cuba ha demostrado la voluntad de transformar su economía, pero luego de los tropiezos de los lineamientos, la tarea ordenamiento, los desafíos presentados por la bancarización y mucho más, tal vez les vaya mejor con la ayuda de Rusia, que le ha ofrecido su experiencia y su apoyo para reformar el sistema fiscal.
Esta reforma podría ser clave para superar la crisis actual y sentar las bases para un desarrollo sostenible en el futuro próximo. Por otro lado, también podría traer al contexto cubano los mismos retos que enfrenta la economía Rusa, que no son pocos. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que Cuba debería implementar las propuestas de los expertos rusos? Déjanos tu comentario y comparte este artículo con tus amigos.